Carta excéntrica #36
Las mentiras de Ulises, figuras de acción y pensamiento, la última copa de Chéjov y cereales para el desayuno.
Una de esas cartas con más ilustraciones y fotos que texto, de las que siempre lucen mucho, se leen en un santiamén y obligan a moderar la incontinencia verbal. Todo ventajas. Vaya, que no te voy a dar mucho la chapa hoy ;).
Cinco notas sobre la Odisea
Ahora que se anuncia la peli que prepara Christopher Nolan, aquí van cinco apuntes sobre la lectura de la Odisea en la chulísima edición de Blackie Books. Traducida de la versión inglesa de Butler, está ilustrada por el grandérrimo Calpurnio y con algunos otros textos añadidos, como el que aporta Margaret Atwood.
1- Aunque hay otras interpretaciones, Homero explica que la elección del nombre de Ulises tuvo que ver con que todo el mundo profesaba una parece que bien merecida ojeriza a su abuelo, conocido por sus robos y mentiras y protegido de Hermes. Pero, lejos de arrepentirse de esas acciones, a Autólico le importaba un pepino el qué dirán y propuso llamar a su nieto Odiseo, el que causa odio o rencor.
2- Penélope cree ver en el estornudo de su hijo Telémaco un augurio de la cercana muerte de los pretendientes que la acosan. Para muchos pueblos, desde los propios griegos o los judíos, el estornudo era una de las pocas manifestaciones visibles del alma. La momentánea pausa, la breve parálisis del cuerpo justo antes de estornudar, se asociaba con un simulacro de la muerte, la prueba de que está agazapada en nuestro interior. En la Edad Media despertaba ese mismo temor, al asociarse con la expansión de la peste. De ahí vendría la costumbre profiláctica de responder con un ¡Jesús! para desear salud.
3- Tanto en la Ilíada como en la Odisea, se describe a Ulises como un liante propenso al engaño y la falsedad. Sus tretas casi siempre triunfan: convence a Aquiles y a su hijo para ir a la guerra, roba el Paladio, recupera las armas de Hércules y concibe el plan del caballo de madera para tomar Troya. Pero, ojo, siempre convenientemente inspirado por los dioses. Así cualquiera.
Por otro lado, también se le podría considerar culpable de la guerra. Es él quien propone que los griegos defiendan de cualquier agravio a quien se despose con Helena. Y, como siempre, lo plantea pensando en su propio beneficio, para quedar bien con la familia y obtener como recompensa la mano de una prima de la novia: Penélope.
4- Odiseo miente tanto como habla, por puro egoísmo, y llega hasta la crueldad al engañar a su propio padre sobre su identidad a la vuelta a Ítaca, sin motivo aparente para ello. A pesar de saber que al menos media docena de sus hombres morirán devorados por Escila, les oculta ese riesgo; tampoco le importa enfurecer a Poseidón y poner a toda la tripulación en peligro solo por el capricho de poder burlarse de Polifemo. Dos veces.
5- Al hilo de esto, es curioso como la opinión sobre el trilero Ulises ha cambiado con el tiempo. Héroe ejemplar durante la época clásica, no resultó tan apreciado en la Edad Media. En La Divina Comedia, Dante le coloca con toda lógica en el círculo del infierno reservado a los embusteros y farsantes. Gana prestigio de nuevo en el Romanticismo como imagen del viajero intrépido y aventurero. En nuestros tiempos posmodernos, trufados de autoficción y narradores poco fiables, se le vuelve a poner en duda. Atwood, por ejemplo, se apunta al bando de la desconfianza.
Porque si Homero insiste en tantas ocasiones en mostrarnos la falsedad y doblez de Ulises, quizá sea para ponernos sobre aviso. Los capítulos donde se condensan las aventuras más conocidas del viaje no se cuentan por boca del narrador. Son la transcripción del relato que hace el propio Odiseo ya como único superviviente, cuando no quedan testigos vivos con los que se confrontar esa versión en la que siempre es el más listo de la clase.
¿Qué estuvo haciendo Ulises realmente durante esos diez años de ausencia? Porque mucho “dadme naves y dinerito pal viaje de vuelta, amigos feacios, que me mata la pena por estar separado de Penélope” pero las prisas le entraron, de repente, justo cuando estaba en las últimas y sin un duro.
Antes de verse reducido a andrajoso náufrago, convence a sus compañeros para pasar un añito más en compañía de Circe en lugar de volver a casa. Y, siendo tan avispado el muchacho, resulta que ni se le ocurre plan alguno ni le pide ayuda a su colega Atenea para “escapar” de Calipso, la hermosa y eternamente joven ninfa con la que convive durante… ¡siete años!
¿Se nota mucho que no es mi favorito? Bueno, si hay que hacer un ranking, aún estaría por encima de Aquiles, un narcisista de manual, egocéntrico y caprichoso, al que le habría pegado todo tener cuenta en Instagram. Pero estaría por debajo, por ejemplo, de Ayax, a quien Ulises escamotea la valiosa armadura de Aquiles en un juicio amañado donde se desprecia el valor de quien pelea a cuerpo gentil sin la protección de divinidad alguna, del más fiero de los griegos, del más humano de los héroes.
Casa de citas
Chéjov hizo acopio de las fuerzas que le quedaban y dijo: «Hacía tanto tiempo que no bebía champaña…». Se llevó la copa a los labios y bebió. Uno o dos minutos después Olga le retiró la copa vacía de la mano y la dejó encima de la mesilla de noche.
Chéjov se dio la vuelta en la cama y se quedó tendido de lado. Cerró los ojos y suspiró. Un minuto después dejó de respirar.
Figuras del pensamiento
Las figuras de acción ¨Gigantes del pensamiento¨ es una divertida coña que simula una línea de de muñecos y sets de accesorios como si de una colección de superhéroes o de personajes Disney se tratara. Para desgracia del mundo, no existen más que sobre el papel, aunque en la tienda online se pueden conseguir versiones como camisetas serigrafiadas.
Hay muchos más, pero por aquí te dejo a Sontag, con las llaves de la casa de Annie Leibowitz y sus cámaras de fotos, y a Benjamin, con un juego de calcetines enrollados (esos que tanto le gustaban desde la infancia como metáfora de la identidad de forma y contenido) y un botón de "efecto aura”.
También tenemos a Solnit con un facsímil de “Wanderlust” y una botella de agua (respetuosa con el medio ambiente) para hidratar las caminatas y hasta un doble pack con Deleuze y Guattari, que incluye un cartón de tabaco y un planta rizoma, en alusión al símil que usaban para hablar de las interconexiones transversales.
Febrero en el jardín
Banda sonora
Solo treinta segundos para una excentricidad más. El anuncio de cereales para el desayuno que, en 1964, poco después de lanzar su primer single, grabaron los Rolling Stones en Reino Unido.
La agencia J.W. Thompson les encargó letra y música (registrada con el título Jukebox y firmada por Brian Jones) para promocionar los Rice Krispies de Kellogg's.
Pues eso. Disfruta de la música y del desayuno. Chao, hasta la próxima ✋.
P.D: En la Carta anterior, se anunciaba una obra de radioteatro en La Vida Tiene Sentidos, en Madrid. Si no pudiste vivir en directo la función, el vermú y el reparto de lentejas entre el público, la grabación de “Quién mató a la cocina cristiana de Occidente” ya está disponible en formato podcast.
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Y las muertes ridículas,es de un humano que apesta!