Mickey Mouse prisionero de los nazis, teatro bufo y una novela gráfica de cine
Carta excéntrica #15
Una cartita a la hora del desayuno para empezar este domingo de mayo, tiempo de rosas en el jardín y fecha muy señalada para los integrantes de la Mesa Redonda, porque era en Pentecostés cuando renovaban su juramento como caballeros ante el rey Arturo, para luego partir en busca de santos griales. Así que, venga, vamos.
Mickey en el campo (de concentración)
Gurs fue uno de los campos construidos en Francia para albergar a los refugiados republicanos y a los combatientes de las Brigadas Internacionales que huyeron de España en 1939.
Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, sus ochenta hectáreas se utilizaron como campo de concentración para ciudadanos de países considerados hostiles; después se internó allí a disidentes políticos, presos comunes y, tras la invasión nazi, a judíos enviados desde Alemania.
Uno de ellos, Horst Rosenthal, fue llevado a Gurs a finales de 1940. Estaría allí dos años y luego se le trasladó de un campo a otro hasta morir gaseado nada más llegar a Auschwitz II.
En el campo francés, los presos tenían cierta libertad de movimientos por el interior de las instalaciones y se les permitía dibujar. Rosenthal creo durante su estancia en Gurs tres cuadernillos, que aún se conservan, en los que reflejaba la vida cotidiana a través de un personaje muy conocido: Mickey Mouse.
Medio siglo antes de Maus, tenemos aquí otro ratón que dejó testimonio de la vida en aquel infierno. Así lo cuenta la edición en castellano hecha por Reino de Cordelia:
“Mickey en el campo de Gurs, firmado y fechado en 1942, contiene quince ilustraciones en papel blanco y formato A5, encuadernados manualmente en cartón rojo troquelado con un redondel que deja ver una parte de la primera página, donde aparece la cabeza de Mickey. Es un fascículo hecho a mano, destinado sin duda a circular entre los prisioneros. En la cubierta puede leerse: «Publicado sin permiso de Walt Disney»”.
Su público eran los niños judíos que, como le ocurre al Mickey del comic, fueron arrestados y enviados al campo por el gobierno colaboracionista francés. El ratón habla de la detención, de su falta de papeles, del racionamiento, del mercado negro, de la censura y de la monotonía de la vida allí, rota por actividades tan emocionantes como pelar patatas o cavar zanjas.
La pista de esta historia sale de una impresionante exposición en Pamplona que exhibe uno de los ejemplares del comic, aunque está más centrada en otro fascinante personaje del campo de concentración: la enfermera Elsbeth Kasser, llamada el “ángel de Gurs” y mujer con una vida de película.
Casa de citas
“Marco Polo describe un puente, piedra por piedra. —¿Pero cuál es la piedra que sostiene el puente? —pregunta Kublai Kan. —El puente no está sostenido por esta piedra o por aquélla —responde Marco—, sino por la línea del arco que ellas forman. Kublai permanece silencioso, reflexionando. Después añade: —¿Por qué me hablas de las piedras? Es sólo el arco lo que me importa. Polo responde: —Sin piedras no hay arco”.
En el teatro
Descarados.
Dario Fo y Franka Rame.
Hace Santiago Sánchez en “Descarados” una libérrima adaptación de “Clacson, trombette e pernacchi”, obra escrita al alimón por Dario Fo y Franka Rame. Con Juan Gea y Lola Moltó como protagonistas, el montaje es un enredo continuo y una sátira social, una comedia con mala leche donde la confusión (tras un fallido intento de secuestro) entre la identidad de un mecánico y el rey emérito hace desfilar en escena a personajes que encarnan a la Policía, la Justicia o la Medicina.
Todo muy al estilo del premio Nobel y su compañera, que actualizaron en sus creaciones las tramas y caracteres de la Commedia dell'Arte. En el original, escrito tras la muerte de Aldo Moro, el secuestrado es el dueño de la FIAT, Gianni Agnelli, aunque la obra tuvo otras versiones en diferentes idiomas.
El propio Fo interpretó al protagonista, usando uno de sus recursos escénicos habituales: hablar en grammelot. Un remedo de lenguaje, macarrónico pero comprensible, utilizado desde siempre en el teatro satírico italiano y del que ya os conté cositas en formato podcast por aquí.
Un buen rato asegurado si les pillas en algún momento de la gira. Ahora están en el Fernán Gómez de Madrid.
Una peli / Un comic
La casa.
Paco Roca / Álex Montoya.
Tras la muerte del padre, tres hermanos regresan a la casa familiar donde pasaban los veranos de su infancia para decidir qué hacer con ella. Hay poco más en la trama, pero casi seguro que te reconoces en las frases de algún personaje, en el ambiente de las películas y fotos caseras olvidadas, en los diálogos con un padre de los de antes o en las escena de las comidas en familia. Una historia con la belleza de las cosas simples bien contadas.
La película de Álex Montoya se basa (hasta calcar viñetas en algunas ocasiones) en la novela gráfica y autobiográfica de Paco Roca; se rodó en la casa familiar que el dibujante se quedó en propiedad e incluso aparece como actor. Dicen, porque yo no me di cuenta del cameo :(.
Ah! También sale un Miguel Rellán mágicamente rejuvenecido con Inteligencia Artificial.
Otro día, más historias, que me esperan para el aperitivo. ¡Buena semana! ✋.
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