Es esta una historia de varios corazones errantes.
Pero no porque sus protagonistas vayan de flor en flor, o vaguen por el mundo desconsolados y lamentando amores perdidos.
Probablemente en algún momento quisieron reconstruir sus vidas o albergaron penas profundas y una visión romántica del mundo.
Pero hoy hablamos de corazones literalmente, de músculo, sangre, arterias y venas.
Y son errantes en sentido estricto porque, tras la muerte, su destino no fue el eterno reposo.
A veces, ni siquiera han podido descansar dentro del cuerpo que los albergó en vida.
Gracias por la escucha.
Share this post